jueves, 15 de diciembre de 2011

BERLINESAS

El otro día hice estas berlinesas, pero ahora no encuentro la receta. De momento os pongo unas fotos de cómo quedaron:




Bueno, ya encontré la receta, ahí la teneis, espero que os salga bien. Estoy seguro si lo hacéis al pie de la letra.

Ingredientes:


Para la levadura:

20 grs de levadura de panadero fresca, de las que venden en paquetitos en el Mercadona

250 cc de leche tibia

100 grs de harina de fuerza



Mezclar bien y dejarla leudar o fermentar durante media hora. Entonces es el momento de añadirle los demás ingredientes que son estos:

4 yemas

2 cucaradas de azúcar

unas pocas gotas de esencia de vainilla o una cucharada de azúcar avainillado

unas gotas de agua de azahar o la ralladura de medio limón

1 pizca de nuez moscada

1 cucharada de aceite de oliva

1/2 cucharadita de sal



Mezclarlo todo muy bien a mano, o si si tiene amasadora mucho mejor, y finalmente añadirle 400 grs de harina de fuerza y amasar todo hasta que se consiga una masa que no se pegue en el recipiente ni en nuestras manos, en una amasadora sale perfecta y muy fácil, sólo hay que esperar ver la masa en el gancho amasador y el recipiente limpio. De todas formas la masa debe ser brillante, nada pegajosa y tierna. Meter la masa en una fuente tapada con papel film en un lugar templado hasta que suba el doble o el triple, suele suceder que la masa llega a tocar el papel film chocando con él, de lo bien leudado que queda. Cuando veamos que la masa haya subido bien la sacamos de la fuente y la desinflamos para quitarle el metano que ha producido la fermentación. Hacemos de nuevo la bola, y hacemos de ella tres tiras de masa bien gruesas. Vamos cortando porciones de masa y hacemos bolas del tamaño de una bola de ping-pong, las aplastamos un poco con la mano y embollamos de la siguiente manera: una vez un poco aplastadas las bolas vamos cogiendo porciones de masa de los filos y las metemos en el centro de las bolas aplastadas, luego las vamos embolando girándolas con energía sobre la encimera con un poco de harina, para que no se nos desinflen, tenemos que cercionarnos de que queden muy bien cerradas para que al fermentar no se deformen y queden bien lisas y redondas. Las colocamos en una bandeja de horno sobre papel de hornear y las introducimos en el horno apagado, pero que hemos tenido encendido a 50º, para que estén en un lugar tibio y fermenten bien. Cuando veamos que han doblado su tamaño vamos friéndolas en abundante aceite para que naden mientras se fríen. El aceite no debe estar demasiado caliente, para que no se quemen por fuera y por dentro queden crudas. Freirlas en una cacerola con aceite y mientras se van friendo tapamos la cacerola con una tapadera, eso hará efecto horno y se harán antes. Cuando estén doradas ir poniendolas sobre papel de cocina y luego rebozarlas en azúcar lustre, o bien espolvorearlas con azúcar glass. A mí me encantan rellenas con nocilla o con mermelada de albaricoque. Son perfectamente congelables. Así podemos hacer una buena cantidad y cuando se enfríen se meten en tuppers cerrados o envueltos en papel film, de manera individual y se ponen en el congelador. Cuando queramos consumirlas, sólo tenemos que sacarlas una hora antes y están como recién hechas.


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