Con esta receta de los churros-tejeringos de toda la vida, lo único que nos va a hacer falta son unos tallitos de juncos para ensartarlos y llevarlos de regalo a algún ser querido cercano, como siempre lo han vendido en las churrerías de siempre.
Ingredientes:
300 gramos de harina de fuerza
300 gr. de agua a 45ºC.
10 gr. de sal.
10 gr. de levadura de panadero.
Aceite de oliva para freír.
Elaboración:
Poner el harina en forma de volcán en la fuente de la amasadora. En 20 cc de agua desleir la levadura de panadero y luego 280 cc de agua a 45º y mezclar con una espátula de madera y poner en la amasadora unos minutos y echar la sal. Amasar hasta que veamos que la masa está fina y bien ligada. Si no se tiene amasadora hacerlo a mano con una cuchara de madera.
La temperatura del agua no debe sobrepasar nunca los 45º ya que la levadura quedaría inservible. Poner un paño y dejar fermentar la masa y que suba el doble de su volumen. Luego remover un poco para sacarle el aire y meter en una churrera o en su defecto, en una manga pastelera con boquilla redonda de un centímetro de diámetro, e ir formando unos tejeringos cerrados con su coscorrón en el extremo. Freir en abundante aceite de oliva en el momento de humear, pero no echar muchas ruedas a la vez para evitar que el aceite se nos enfríe. Darles la vuelta cuando estén con el dorado deseado para que se hagan del otro lado. Se escurren muy bien y servir con un buen chocolate a la taza o un café con leche recién hecho.
Ingredientes:
300 gramos de harina de fuerza
300 gr. de agua a 45ºC.
10 gr. de sal.
10 gr. de levadura de panadero.
Aceite de oliva para freír.
Elaboración:
Poner el harina en forma de volcán en la fuente de la amasadora. En 20 cc de agua desleir la levadura de panadero y luego 280 cc de agua a 45º y mezclar con una espátula de madera y poner en la amasadora unos minutos y echar la sal. Amasar hasta que veamos que la masa está fina y bien ligada. Si no se tiene amasadora hacerlo a mano con una cuchara de madera.
La temperatura del agua no debe sobrepasar nunca los 45º ya que la levadura quedaría inservible. Poner un paño y dejar fermentar la masa y que suba el doble de su volumen. Luego remover un poco para sacarle el aire y meter en una churrera o en su defecto, en una manga pastelera con boquilla redonda de un centímetro de diámetro, e ir formando unos tejeringos cerrados con su coscorrón en el extremo. Freir en abundante aceite de oliva en el momento de humear, pero no echar muchas ruedas a la vez para evitar que el aceite se nos enfríe. Darles la vuelta cuando estén con el dorado deseado para que se hagan del otro lado. Se escurren muy bien y servir con un buen chocolate a la taza o un café con leche recién hecho.